Río Atuel: historia de un despojo
Hace poco más de 65 años una decisión unilateral de la provincia de Mendoza avanzó sobre un río interprovincial como el Atuel, provocando con el paso del tiempo un verdadero desastre ambiental y un éxodo poblacional que aún está presente entre el puñado de pampeanos que habita el inmenso oeste, herederos del desierto, el olvido y la desolación.
En la Cordillera de los Andes, a 3100 metros sobre el nivel del mar, nace el Río Atuel y a lo largo de más de 500 kilómetros atraviesa las provincias de Mendoza y La Pampa. Sin embargo, el cauce permanente en el territorio pampeano sólo está presente hoy en las historias que alguna vez escucharon de sus ancestros los pobladores del oeste. Es que desde principios de siglo pasado, los cinco brazos por los que entraba el Atuel al territorio se fueron desviando por acción del hombre para el aprovechamiento unilateral que históricamente realizó la provincia de Mendoza sobre las aguas del río.
Mientras La Pampa sólo era un territorio nacional –condición que mantendría hasta su provincialización en 1951-, paulatinamente en Mendoza, desde principios de siglo pasado, se realizaron obras que desviaron el curso natural del río, aunque el corte drástico se dio en 1947 con la finalización del complejo hidroeléctrico Los Nihuiles (que desde ese entonces provee de riego, electricidad y fuerte actividad turística a la provincia cuyana), lo que se tradujo en el despojo definitivo de las aguas del Atuel a la provincia de La Pampa.
Pasaron 63 años desde que La Pampa es una provincia con capacidad de defender los intereses territoriales pero, a pesar de los reiterados intentos nacionales y provinciales de devolver el agua a su cauce natural, Mendoza ha continuado -incumpliendo decretos, acuerdos y resoluciones judiciales-, con un uso unilateral de las aguas de un río declarado interprovincial hace ya 27 años por la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
El daño ambiental en el oeste pampeano dejará por siempre secuelas en la geografía del lugar, pero fundamentalmente, en aquellos miles de habitantes que debieron abandonar los lugares en donde habían decidido formar sus familias y su vida. Y también en los que hoy deciden vivir allí, quienes se organizaron –retomando una lucha popular que lleva más de 40 años por la restitución de un cauce natural- para continuar reclamando por un recurso natural que les pertenece.
Hoy, con el caso en la Corte Suprema de Justicia de la Nación a partir del reclamo de La Pampa, el anhelo de recuperar lo que por derecho corresponde a sus habitantes y, también a la naturaleza, se traduce en esperanza y una intensa lucha que se transmite por generaciones.
En un informe multimedia, la agencia Télam ofrece la historia del conflicto desde todos sus aspectos, escenarios y hechos registrados a lo largo del tiempo y en este presente.
Fuente: Télam